jueves, julio 29, 2010

En Auckland

23: 31 horas y el avión al fin deja atrás el suelo santiaguino. Me esperan 13.10 horas de un vuelo que comienza a dar forma a una experiencia que por años soñé.

Voy tranquilo, la despedida final fue serna, sin llanto. Hasta que tras pasar Policía Internacional miro para atrás y diviso la figura pequeña de la Poli. Me emocioné, pero logré controlar las lágrimas.

En la puerta 15 tuve que esperar su rato y me encuentro con mi papá que me trae un encargo, justamente de la Poli. Era una polera de la 18 que envolvía una fotografía de la familia Cornejo Galdames en pleno. Simplemente me puse a llorar.

Ya en el avión me esperaba mi asiento: el 15H, al lado del pasillo y al otro dos jóvenes chinos o japoneses que no hablaron una gota. Esperé que se acabe el embarque con la esperanza de que llegara una auxiliar y me pasara a Ejecutiva. La espera fue en vano, a las 23.20 el avión empiezó a moverse y yo me resigné a pasar incómodas mis próximas 13 horas.

Tras 40 minutos aproximadamente se me alegró el vuelo: la Jefa de Cabina me preguntó si yo era Juan Monardes y me pasó a Ejecutiva. Un asiento en el que realmente cabía y se estirba como cama me da la bienvenida. Fui feliz con eso (que es mucho).

Luego de la comida (Salmón ahumado, plateada de Wuayyú y helado Hagen Daz) me dispuse a disfrutar del entretenimiento a bordo. Vi dos capítulos de Friends, luego me pasé a Martín (Hache) y me quedé dormido.

9 horas después desperté para el desayuno. Faltaba poco menos de 2 horas para llegar a Auckland. Llegó mi papá a verme, me dijo que había ido como 3 veces y que lo único que había hecho fue dormir. Es cierto, los libros que llevaba ni los saqué del bolso.

Aterrizamos a las 4.20 hora local, tras 13 horas de viaje mi mundo se traslada un día. De salir el 28 de Julio, ya estoy viviendo el 30. Pasé por Policía Internacional y luego la aduana, iba un poco nervioso porque tenía que declarar unos tarros en conserva y merkén. Nada pasa y finalmente ya estoy afuera del Aeropuerto, mirando las paletas en donde supuestamente una debería decir mi nombre.

Espero 10 minutos, les pregunto (más bien mi papá lo hace) a los otros transfers si es que hay alguno de la Universidad de Auckland esperando pasajeros. La respuesta es negativa y decidimos que me vaya al Hotel y desde ahí, ya cuando amanezca, llamar para arreglar el error.

El camino en el bus es raro. Voy nervioso, con nostalgia y ansias de llegar. La neblina que cubre el trayecto aporta a esa sensación rara que me embarga. Me digo a mi mismo que tengo que estar tranquilo.

Llegamos al Hotel y me meto a Internet para ver si es que tengo alguna novedad del porqué no me esperaban. No hay señales, pero yo las envío a quienes me dejaron en Santiago. Llegué bien.

Ahora son las 6.40 de la mañana y no tengo ni hambre ni sueño. Mi papá envía por correo los exámenes que tomó durante el vuelo y yo escribo mi primer día en Auckland.

Esperamos que amanezca y empezar el día. Yo lo empecé bien, aunque el traspié del transfer lo salvé bien, no pude cumplir con una promesa que me autoimpuse al salir de Santiago. Espero mañana poder empezar a cumplirla.

Me queda mucho por hoy, ver donde estudiaré, donde viviré, conocer a mi Host Mother. Pero tranquilo, primero vamos paso a paso.

martes, julio 27, 2010

Hasta luego Chile

Me voy. En pocas horas más estaré tomando el avión que me llevará a Nueva Zelanda, donde viviré al menos los próximos 7 meses. Voy con las ganas, miedos y expectativas propias de un viaje refundacional.
Este 2010 ha sido bien duro en todos los ámbitos de mi vida. Pero si de algo debo de sentirme satisfecho es de la calidad humana de las personas de las que me he rodeado. Tengo amigos increíbles, que me han brindado un apoyo tremendo en los momentos en que me he sentido muy débil. Les quiero agradecer por estar, por sus palabras de apoyo, por la preocupación constante cuando me vieron quebrado. No se me olvidará el amor con el que me trataron.
Obviamente que mi familia ha sido fundamental en este proceso de ponerme de pie y empezar a mirar el futuro desde otro ángulo. Aunque ha sido difícil y desgastante, he podido reencontrarme con el amor y afecto de mis padres y mis hermanas, lo cual agradezco enormemente. Cruda manera de rencontrarlos.
Finalmente, también quiero agradecer el amor que me entregó la Mari. Aunque el final ha sido muy doloroso, los casi dos años que estuvimos juntos fue tiempo de crecimiento y abundancia de cariño. Me hizo ser mejor persona yme alentó para buscar mi camino. Este viaje, en parte, es también gracias a su apoyo.
Estimados, me los llevo a todos en el corazón. Un gran abrazo.
Cristóbal.

miércoles, junio 09, 2010

I had a dream

Y bueno, Martín Luther King me ganó por algunos años el uso de la frase, que no se pueda pensar en voz alta digo yo.....
La cosa es que hace 8 años (que viejo soy) fui a Nueva Zelanda y me enamoré perdidamente. En ese entonces era una desconocida para los chilenos, al punto que cuando decía que iba a Auckland la gente me preguntaba por qué iba para allá, "A Australia, tan lejos", y varias respuestas insólitas.
Estuve 10 días y siempre soñé con volver. Con cada persona con la que hablaba le rayaba la papa con los atractivos de Nueva Zelanda, al punto que parecía vendedor de viajes para allá.
Luego, el tiempo me dio la razón y medio Chile descubrió la isla y todas sus cualidades. Ya Nueva Zelanda es bien conocida en Chile y prácticamente todos conocemos a alguien que se fue a estudiar inglés o a trabajar recolectando fruta por un año.
El tiempo pasó rápido, muy rápido, y esa experiencia que atesoro como pocas empezó ser de un lejano pasado.
Hasta ahora.
Gracias a las circunstancias, hoy me estoy haciendo cargo de ese amor inconcluso, de esa conquista fugaz, de ese sueño labrado hace ya 8 años.
Parto a la tierra de los kiwis, de los grandiosos All Blacks, de los Maoríes, de las ovejas. El país más pacífico del mundo, a la ciudad 4º en el mundo con mejor calidad de vida. Parto a "mi tierra prometida".
Serán 6 meses estudiando inglés para así adquirir por fin ese "brazo" que me falta, a sanar la mutilación que siento por no saber inglés. 
Me iré igual que muchos: cargado de ilusiones y miedos, expectativas que espero se cumplan, con el ferviente deseo de que esta historia mínima tenga una extensa y fértil segunda parte.
Deséenme suerte. Ojalá me tengan que ir a visitar.



viernes, abril 30, 2010

El factor humano - Invictus



En el post anterior destaqué el excelente resultado de la película "Los hombres que no amaban a las mujeres", una adaptación del libro del mismo nombre. Este comentario es para graficar lo contrario: el pobre cometido de "Invictus" al tratar de plasmar la historia contada en el libro "El factor humano", de John Carlin.
La historia narra la increíble proeza política de Nelson Mandela, quien transitó desde la cárcel a la presidencia de Sudáfrica, logrando en muy poco tiempo unir a un país marcado a fuego por el régimen segregacionista del Apartheid y el rencor de la población negra por las vejaciones a las que fueron sometidas por la población blanca.
Mandela utilizó el Rugby como factor de unión, y el evento del Mundial de la especialidad que se realizó en Sudáfrica en 1995 como el hito que logró unificar a una población multiétnica.

La historia es a todos ojos espectacular y el libro es un relato de cómo la fuerza, el manejo político y la humanidad de Mandela fueron claves para lograr el objetivo. Sin embargo, la película refleja muy poco la "grandeza" de este Premio Nobel de la Paz.
El libro, y supuestamente la historia, está lleno de ambientes, momentos, intimidades. En la película muy poco de eso se puede apreciar, que a fin de cuentas es la base de esta historia: el factor humano en la unificación de Sudáfrica post Apartheid.

martes, abril 27, 2010

Los hombres que no amaban a las mujeres



Esperé la película con ansiedad. Quería ver la versión cinematográfica de la primera parte de la adictiva zaga Millenium y debo decir que no me defraudó.
El libro ha vendido más de 27 millones de copias en todo el mundo y hacer una película de tamaño éxito implica un desafío no menor. A pesar de que nunca me le he encontrado sentido el comparar una película con el libro que la inspiró, porque son artes bastante distintos, sí creo que el film debe captar la esencia que la versión impresa transmite. Y eso en "Los hombres que no amaban a las mujeres" está muy bien logrado.
La trama: Un periodista condenado por difamación es contactado por un magnate jubilado para intentar esclarecer la desaparición de su sobrina, hace ya más de 30 años. Para ello, el periodista se encontrará con la ayuda de una antiheroína, una mujer antisocial, misteriosa hasta el extremo.
A diferencia de la zaga, en donde en este primer capítulo el periodista es el personaje principal, en la película es Lisbeth Salander, la enigmática chica, la que lleva el peso de la historia. Un detalle no menor, pero que se entiende ya que era más simple centrar el hilo dramático en un personaje con más aristas por descubrir.
El film, que dura casi 2 horas y media, se hace entretenido y logra mantener el misterio hasta el final. Está contado casi fielmente a la historia original, aunque ya en su tercio final el guión omite un importante detalle.
En resumen, si el libro te dejó con la boca abierta, la película te va a gustar mucho, sobre todo porque los personajes cobrarán una vida bien parecida a la que te hubieses podido imaginar. Y si no has leído el libro, creo que el film definitivamente te va a dejar pegado un buen par de horas.
Es que sencillamente, la historia que creó Stieg Larsson es adictiva.

martes, agosto 19, 2008

El "gran pero"

Lo he escuchado muchísimas veces. Y aunque lo entiendo, no la comparto.
Hombres y mujeres lo dicen para referirse a una persona con innumerables atributos como para ser una buena pareja, pero (el gran pero) es que tiene un hijo/a. Vale también puntualizar que es mucho más común cuando es ella la que es madre que cuando es él el que ya tiene familia.

Yo antes, quizás para no entrar a discutir, contrarrestaba muy ordinariamente diciendo que a mí me gustaban porque "estaban probadas"... (muy ordinario, lo admito y lo siento)
Ahora, seriamente, creo que un hijo/a no es impedimento alguno. Tampoco sería justo decir que una mujer madre es más atractiva que la que no tiene hijos, porque a fin de cuentas el atractivo de la persona está en ella y sus circunstancias.
Pero las circunstancias de una persona son tan íntimamente ligadas a ella que es imposible separarlas. La familia es una circunstancia y que, aunque es ajena a la persona, es imposible separarla de ella.
Lo demás, a mí modo de ver, es pensar el amor sesgadamente.

sábado, julio 12, 2008

Auristela María

(1991 - 2008)

Llegó como regalo para uno de mis cumpleaños, pero la Auristela pasó de ser mía a ser simplemente una más de la familia. Y una más a la altura de todos nosotros.
Porque si de algo hay que acordarse de la Auri es de su desfachatez para asumirse igual de importante que cualquiera y cuestionar tu autoridad hasta finalmente no darte boleto alguno.
Era de una inteligencia y viveza que personalmente he visto pocas veces. Algunos podrán decir "sólo le faltaba hablar" y de verdad que no le hacía falta. Con su actitud y la mirada te dejaba en claro lo que ella quería. Y de paso que no te tomaba muy en cuenta, salvo si podía conseguir algo de ti.
Es que supo ganarse ese lugar y esos privilegios. Cuando chica acompañaba a mi papá a trotar y así formaron una relación que ya no fue amo-mascota. Mi papá la regaloneaba como si fuera su pareja y la Auri, ni un pelo de tonta, se aguachó a él y así consiguió todo. Desde dormir arriba de su cama hasta que le hicieran comida sólo a ella, porque "no le gustaba el pellets". "Los perros comen pellets, la Auri come comida" decía mi papá, como una de las tantas maneras de hacer presente que la Auristela tenía categoría de humano.
Dormía donde ella quisiera. Si era invierno lógicamente adentro de la casa, al lado de la estufa. Porque con sus años se puso friolenta.
Si algo la caracterizaba era su paso al caminar. Un pasito cortito y rápido, un trote elegante similar al de los caballos. También su gusto por el agua, tanto que se tiraba sola a la piscina. Ladrona por juego, cazadora por instinto, brava con los perros, dócil con los niños (aunque de vieja ya no).
Machista hasta decir basta. Compañera de la Daniela por varios años, bastó que mi hermana se casara para adoptar a mi cuñado como nuevo patrón y por consiguiente dormir a su lado, quizás esperando que en la mañana le diera algún pan o le rascara la base de la cola, algo que le encantaba.
En estos 17 años vio partir al Tata Mario, al Tío Polo y al Petelo. También supo de la llegada del Caco, el Felipe, el Camilo y el Clemente, nuevos miembros de una familia de la que formaba parte. Mi abuela preguntaba, un tanto en broma y un tanto en serio, a quién queríamos más, si a ella o a la Auristela.... La respuesta nunca fue muy fácil.
Hoy ya no está y la nostalgia que nos dejan todos sus recuerdos es también una enorme alegría de tantos años de compañía. Porque la Auri no sólo fue una perra mascota, a la vez fue compañera, hermana y amiga.
Un fuerte último abrazo. El chocolate que te lo dé mi papá cuando llegue.
Adiós vieja querida.